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Jueves
5 de octubre. (sigue) |
El descenso es suave y corre paralelo a un arroyo que riega
pastos para ganado. Por el camino se cruzan algunos faisanes
y ciervos. Raúl tiene problemas con su bici, un tornillo
del transportín no aguanto los baches y está partido,
así que toca parar y arreglar el estropicio. Nuestro
mecánico Nano se ocupa de ello, mientras Diego y yo acabamos
el descenso para llegar al pueblo de Greenwood
y hacernos con algo de comida antes de que anochezca…
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Avanzando
por la via del tren
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Viernes
6 de octubre. 53.8 recorridos |
Greenwood
- Bridesville
Tiempo empleado 3h35'
Velocidad máx 36.5 / Velocidad media 14.9
Altitud final 1180 / Altitud acumulada 600
Pendiente media 3 / Pendiente máx 8 |
Greenwood
es un pueblo único. Se fundó hace mas de 100 años,
para albergar los mineros de la zona a principios del s. XX.
Tuvo cierto auge, pero la escasez de demanda de moteles, hizo
que la industria derivase a la explotación forestal.
La ciudad no ha cambiado mucho en 100 años, casas de
madera al estilo Westren, con su saloon, su Fire Department
de madera roja, sus gentes tomando te en la calle llevando un
gorro de cowboy... Uno retrocede en el tiempo un siglo. Hoy
es un lugar a visitar, incluso la industria del cine parece
haberse fijado en esta pequeña ciudad. |
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Un alto
en el camino
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La
TCT sigue recorriendo la antigua vía del tren que cruzaba
las montañas, uniendo la Columbia Británica con
el resto de Canadá (que hasta entonces se encontraba
aislada). La ruta se desvía unos 120 km hacia el norte
(para evitar pendientes mayores) Como vamos ajustados de tiempo,
decidimos tomar la autopista 3 durante 100 km con puertos del
6 % de pendiente, de manera que ahorramos un par de días
para llegar a Vancouver y así tener
tiempo para visitar la isla de Vancouver, de
la que nos han hablado maravillas. El día es tranquilo,
recorremos el arcén de la carretera con los típicos
camioneros pasando a mil por hora. Tras cruzar uno de los puertos,
en la bajada, la cadena de mi bici salta... Que pasa? Pienso
que es por lo piñones que aun están mal pero cuando
miro, veo que uno de los engranajes del cambio trasero no está.
Ha saltado de alguna manera. Nos tiramos media hora buscando
la pieza por el arcén hasta que la encontramos y hacemos
un apaño para poder continuar al siguiente pueblo Osoyoos,
pero el percance nos ha retrasado y nos va a tocar dormir en
lo alto del siguiente paso, a mil metros de altura. Sigue
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On
the road
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