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Jueves
21 de septiembre. Diario Raúl (sigue)
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Se
dirigen a unas aguas termales que le van a venir muy bien a
su suegro. A mitad del te, veo aproximarse a Nano. Me dice que
los demás están tomando un café más
atrás y les comento que no hay prisa, que estoy muy cómodo
allí. Tras media hora de conversación, cuando
la mujer decide marcharse, el marido me dice que no haga más
dedo que hacen un sitio para mi y mi bici. Estupendo!, en unos
minutos me encuentro en la cima del puerto y sin hacer sufrir
a mis piernas. Como sé que a ellos todavía les
queda tiempo hasta llegar, decido dejar todo el equipaje junto
a una mesa y hacerme una pequeña ruta en bici sin peso.
Me dio tiempo justo para subir y bajar hasta un lago cercano.
La ruta era preciosa, pero la hubiera disfrutado más
si el miedo a encontrarme con un oso no estuviera siempre en
mente. La hora que estuve haciendo el recorrido no paré
de cantar y hablar conmigo mismo. No sabéis la cantidad
de tonterías que se pueden decir si tienes que mantener
una conversación contigo mismo en voz alta. Mejor ni
lo penséis. Suerte que sólo me encontré
con un guarda en el camino y no sabia español, porque
si no se hubiera reído de mi más aún de
lo que lo hizo. Cuando regrese de mi paseo, los demás
acababan de llegar. Cocinamos algo, pero no reposamos la comida
porque inmediatamente se puso a llover. La lluvia era suave,
pero lo justo para no andar sesteando. Alos pocos Km., empezamos
a buscar un sitio para acampar, y al final lo |
Jueves
21 de septiembre. 54, 5 km recorridos. |
Resto
del grupo
Lake Louise / Paint Pots
(Kootenay National Park, British Columbia) |
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Tiempo empleado
3h 42'
Velocidad máx 51,5 / Velocidad media 14,7
Pendiente máx 12% / Pendiente media 3%
Altitud final 1361 / Altitud acumulada 535 |
hicimos
en una zona prohibida, pero muy bonita.Subimos de nuevo a Lake
Louise, recogemos las bicis y mochilas del hostal y
partimos hacia el primer paso de montaña: el Vermilion
Pass. Raúl esta aun dolorido y hace autostop
hasta poco antes del puerto donde quedamos para comer. A unos
30 km y antes de empezar a escalar las montañas, a Diego
se le parte la cadena, y es que desde que las cambiamos están
dando problemas continuamente. |
Naninho
intenta arreglar la cadena |
Tras
20 minutos de reparación, nos enfundamos los forros polares
y empezamos la subida. Son unos 7 km con pendientes de entre
el 5 y el 10%, un poco de llovizna y frío (7 grados).
Al frente tenemos dos picos nevados, por donde entre medias
se encuentra el paso. A pesar de que la subida es dura, las
vistas lo compensan todo. A eso de las 16:00 llegamos al punto
de encuentro donde oímos cómo Raúl llega
cantando de una ruta que se ha hecho porque tiene miedo de los
osos. Unas pequeñas bolas de granizo nos recuerdan que
estamos a cotas muy altas, son pocas y pequeñas, pero
debemos darnos prisa en cruzar el puerto porque aquí
el tiempo cambia súbitamente.
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