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Martes
3 de octubre. (sigue) |
El
camino es único, puentes de madera, túneles cavados
en la roca, acantilados. Esta bastante bien adaptado para la
bici y como la pendiente, aunque suave, es continua, el acceso
es muy agradable, a nuestra derecha, bajo el valle se va haciendo
mas pequeño según ascendemos por las laderas,
las vistas son preciosas. Comemos ensalada y seguimos hasta
la noche, por aquí no pasa nadie, en todo el día
tan solo nos adelanta un todoterreno. El día se nubla
y baja la temperatura, ya rondamos los mil metros de altura,
cuando aparece un túnel, no se ve nada dentro, es negro
como la boca del lobo, pedaleamos con nuestro frontales un poco
a ciegas. |
Entrada
a uno de los túneles
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Es
una sensación nueva, curiosa, aunque un poco agobiante.
Los días son cada vez más cortos, a las 18h decidimos
parar y buscar una superficie plana para dormir, hemos sido
bastante mas lentos de lo que pensábamos y no hemos podido
alcanzar un refugio de montaña que se encuentra diez
km mas adelante, pero nos hacemos hueco en un lecho de musgo
y preparamos una hoguera como Dios manda. Parece un buen sitio
para acampar, pero la noche promete ser fría, hoy hemos
rebasado los 4000 km pedaleados, estamos tan solo a 800 km de
Vancouver (550 por autopista. |
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Miércoles
4 de octubre. 61.72 km recorridos |
Galpin
/ Greand Forks
Tiempo empleado 3h 56
Velocidad máx 51.5 / Velocidad media 15.6
Altitud final 485 /Altitud acumulada 306
Pendiente media 2% /Pendiente máx 13% |
Desayuno
en torno al fuego
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Un
buen fuego nos sirve para preparar el poco desayuno que tenemos
(leche y una galleta cada uno) y para entrar en calor. Salimos
a las 9:30 y la temperatura es de tan solo 5 grados porque el
sol aún no calienta la ladera por la que vamos. Coronamos
el puerto (1125m) que es la antigua estación del tren
de montaña que circulaba por aquí hace 20 años.
Ahora sólo quedan algunos ladrillos en pie y poco más.
Seguimos avanzando solitarios. Nadie frecuenta estos lugares
a estas alturas del año. Después de 4 o 5 km de
subida, tocan 35 de bajada. A unos 24 km/h descendemos en picado
hacia Cristina Lake, un pueblo al borde del
lago que lleva el mismo nombre. Tan sólo paramos para
rodar algunos planos y porque a mitad de la pista un cartel
advierte: "Warning. Washout ahead". No sabemos lo
que es pero al cabo de unos metros lo descubrimos. Un gran desprendimiento
ha cortado el camino pero salvamos el obstáculo por unos
pequeños senderos que los forestales han apañado. Algún
grose (esa especie de gallina estúpida) se aparece de
nuevo en el camino, señal de que nos acercamos a zonas
más secas. Sigue
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