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Martes
15 de Agosto. (sigue
de página anterior) |
vuelto
a atrapar. Se nos ha ido la mano a la hora de preparar la
ensalada y casi reventamos... Decidimos pasar allí
la tarde para actualizar el diario y las fotos, pero se nos
ha hecho tarde y han cerrado la library, así que decidimos
ir a un camping con Internet que había encontrado Nano.
De camino un indio que estaba cortando el césped nos
gritó: "hey guys, come here, come here" Estaba
un poco "contentillo" y nos ofreció unas
costillas de cerdo (qué duro es ser vegetariano), al
final le hemos ocupado la casa, bueno la de su hermana Myara,
quien se ha visto invadida por 4 apestosos ciclistas. Nos
ha ofrecido una ducha caliente y una colada, justo lo que
más necesitábamos. Steve, el hermano, se ha
tomado unas copillas de más y ha estado muy gracioso.
Myara trabaja en una reserva indígena (First Nation)
asistiendo y ayudando a los jóvenes indígenas
en sus estudios. Nos ha dicho que podemos ir mañana
a su trabajo para conectarnos gratis a Internet. Al final
nos han invitado a dormir y aquí estamos los 4 intentando
dormir en el suelo del salón mientras Steve esta viendo
la televisión a todo volumen. Buenisísimo!!!!
Creo que no vamos a dormir hasta que no se le baje el pedal...
hasta Nano no puede dormir y se le oye refunfuñar:
“¡creo que tengo que matar a alguien!" (con
voz de ultratumba) |
Amigo ciclista
en la carretera
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Miercoles
16 y Jueves 17 de Agosto |
Atrapados
en Kenora |
Nos
levantamos muy tranquilamente, como en casa, y fuimos a comprar
unos bollos para desayunar y huevos y papas para hacer una tortilla
española (que utilizamos a menudo como moneda de cambio),
ya sabíamos de antemano que nos íbamos a quedar
una noche mas. A mediodía Steve nos llevo a WAUZHUSHK
ONIGUM, la reserva india donde Myra trabaja, para conectarnos
a Internet y actualizar el diario y fotos. Mientras tanto, Miguel
y Raúl se fueron con ambos en una pick up, para ver la
reserva. En la reserva conocimos más de cerca la realidad
de los nativos canadienses, es triste ver como la imposición
del estilo de vida del hombre blanco siempre acaba marginando
las minorías indígenas, las cuales acaban siendo
obligadas a perder sus raíces, sus tradiciones para sobrevivir
en un mundo en el que no gozan de las mismas oportunidades.
Nuestros
amigos nos contaron cómo en el siglo XIX, los ingleses,
incapaces de doblegar a los indios, firmaron tratados con las
diferentes tribus (Crees, Ojibwaj. etc), "cediéndoles"
tierras donde tendrían libertad de cazar, vivir y organizarse,
a cambio del cese de la lucha. El gobierno además se
comprometió a garantizar la educación y la sanidad
por el resto de la historia para estas tribus. La situación
de estos pueblos es hoy en día algo trágica, forman
parte de la clase social más desfavorecida y apenas cuentan
con recursos. |
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