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Jueves
7 de septiembre. (sigue
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Es
un sitio paradisíaco pero caro, por lo que si queremos
vivir aquí nos tenemos que buscar la vida... Volvemos
a la chocolatería y hablamos con Paulette, la dueña.
El hecho de que seamos cuatro y de que no tengamos visado
de trabajo dificulta la tarea, aun así parece que se
lo va a pensar, dice que volvamos por la tarde a por su respuesta.
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En
Banff abundan las ofertas de trabajo
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Casi todos
los establecimientos están faltos de personal para el
otoño y hay carteles por todas partes. Probamos suerte
y nos citan por la tarde en diferentes sitios para darnos una
respuesta, mientras esperamos recorremos la ciudad y comemos
al borde del Río Bow, que bordea el
pueblo. Aquí todas las aguas son azulonas porque al fundirse
los hielos en primavera la concentración de flúor
en el agua crece y esto hace que se refleje un color pitufo
intenso, que es lo que percibimos. Es alucinante, parece agua
de mentira.
Con muchas dudas acudimos a todas las "entrevistas de trabajo".
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Más
ofertas de trabajo
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Por
la tarde nos llevamos una gran alegría: vamos a currar
en "Negro", la chocolatería, de dos en dos,
en días alternos y jornada completa.
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Como no puede
hacernos contrato nos dará algo de dinero y alojamiento
(una casita de dos plantas donde viven los trabajadores de la
tienda, que tiene vistas a un bosque por detrás y una
montaña enorme por delante (Cascade Mountain).
Los ciervos vienen a comer al jardín trasero y dicen
que es posibles verlos desde el salón a todas horas).
Además nos ofrecen curro de friega-platos en un restaurante.
Unos 7 euros por hora cada día uno, ya lo tenemos todo!!!!
Mañana empezamos Raúl y Miguel, y Diego irá
a fregar unos pocos platos... Para celebrar esta buena noticia
nos vamos de fiesta con las bicis, preguntando llegamos a un
garito: El Aurora, sin dudarlo ocupamos la pista de
baile, allí conocemos a gente (Fatou, Emily and cia)
que vive en Banff (no turistas), nos invitan
a seguir la noche en casa de uno de ellos y aunque aquí
todo cierra a las 2 am. La noche nos atrapa de nuevo: llegamos
a un apartamento, el dueño tiene una enorme colección
de vinilos!!Estamos pinchando música toda la noche, Diego
se hace con los platos y se marca el "Billie Jean"
de Michael Jackson... la gente le mira raro pero estamos más
que felices. Pronto llega la policía y da el primer aviso,
a la media hora vuelve y se acaba la fiesta: 250 $ de multa
para el dueño, todo el mundo a dormir. Nos damos cuenta
de que nos hemos dejado las bicis candadas a la puerta del primer
garito... menudos cicloturistas estamos hechos!!! Estamos muy
cansados así que decidimos que pasen allí la noche,
mañana será otro día. Foto:
el salón de la casa de Paulette |
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