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Martes
19 de septiembre. (sigue)
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se
van a limpiar las fructíferas de la zona para que no
haya tantas bayas disponibles: él está señalando
las plantas que no se deben cortar. Según dice los dos
ejemplares de osos pardos no se han visto desde la nevada de
hace 5 días aunque nos recomienda todo tipo de precaución.
Más tranquilos, nos ponemos a pedalear, el ritmo no es
muy bueno, la cadena nueva aún no se hace a la bicicleta
y los músculos todavía se están despertando.
El camino que va de Banff a Lake Louise
es la antigua carretera general, hoy día poco frecuentada,
en cuyos bordes crecen infinitos pinos (Lodgepole Pine), matorrales
y píceas, por entre sus copas se ven altas cumbres blancas
de nieve, donde alguna que otra nube se queda enganchada al
intentar cruzar la cordillera. Ríos, glaciares y manchas
amarillentas de abedules y alerces que están a punto
de tirar la hoja. Praderas de hierbas agostadas y el saber que
cerca de nosotros, en algún lugar, osos negros y grizzlies
se apuran en comer las últimas bayas tiernas antes de
buscar un sitio donde hibernar hacen que Nano se ponga a gritar
como loco de alegría. |
Naninho cruza el bosque por donde campan los osos
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Raúl
tuvo suerte con el autostop y llegó al mediodía
al punto de reunión en Lake Louise.
Nano, Diego y yo llegamos con mucho retraso a pesar que no hemos
parado para comer. En el centro de información de Lake
Louise, nos encontramos a Ali, un amigo de Banff,
trabaja en atención al público y |
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Advertencias
sobre los osos en todas partes
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nos
propone encadenar las bicis aquí para bajar todos en
su coche a Banff, nos subiría de nuevo
en coche al día siguiente y seguiríamos el viaje...
Al reencontranos con Raúl el retraso desencadena una
larga y muy profunda discusión donde sacamos los trapos
sucios y diferencias que han provocado divisiones en el grupo
durante las ultimas semanas. Una vez sincerados los cuatro,
nos vamos al camping de la zona, porque aunque amenaza lluvia,
el hostal es escandalosamente caro (30 euros por persona). El
recinto del camping esta rodeado de una valla electrificada,
y cuenta con contenedores de basura especiales y cajas metálicas
donde guardar la comida. Todo ello para evitar que los osos
entren a comerse algo o a alguien. |
Valla
antiosos en el camping de Louise Lake |
En principio habíamos decidido que era mejor no volver
a Banff, por si nos quedábamos otros
diez días, aunque nos damos cuenta de que estamos sin
cintas de video, llevamos mucho retraso en el envío de
material por Internet, y queremos recuperar la historia de Paulette
(de la que perdimos el audio). Decidimos bajar con Ali al día
siguiente y resolver estos problemas. Cenamos pasta y a dormir.
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